viernes, 22 de abril de 2011

Fútbol grande en partido grande

No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor.
Víctor Hugo

Vaya por delante que la final de la Copa del Rey fue un partidazo en toda la extensión de la palabra, un partido pleno de tensión y calidad, que enfrento a dos oponentes tan diferentes que nos hicieron recordad aquella vieja definición pugilística de “fino estilística contra duro pegador”, un enfrentamiento que nos remontan a aquellos Ali – Frazier, Federer – Nadal, Rainey – Schwantz o Senna – Prost.
Un partido tan grande merece un análisis pormenorizado y con el continuamos.


Campeón: Real Madrid
Comenzó el partido con unos 45 minutos memorables, desplegando una presión por todo el campo que dejo al Barça noqueado, prueba de ello es que durante toda la primera parte el equipo culé no realizo ni un solo disparo a puerta.  Dando un paso adelante con respecto al partido liguero del Bernabéu el RM consiguió alejar al Barça de su idea futbolística y dejar a los tres jugadores más importantes del juego ofensivo del FCB (Xavi, Iniesta y Messi) completamente fuera del partido. Pepe destaco en todo el primer acto por su capacidad física y su intensidad y lo cerró con un cabezazo al poste tras pase de Ozil que hizo cantar el gol s los aficionados madridistas, impecable testarazo que mereció el gol. En los segundos 45 minutos el equipo cedió el cetro de mando al FCB, dio varios pasos atrás y se vio superado completamente por la escuadra catalana. Ejerció una defensa casi numantina de su área y Casillas se erigió en héroe especialmente en dos ocasiones, la punta de sus dedos evito el tanto de Iniesta como de Pedro. Su capacidad de sufrimiento y entrega le llevo a la prórroga.

Subcampeón: Barça
Se vio sorprendido de salida por la actitud del Madrid y esa sorpresa le incapacito durante 50 minutos, el tiempo que tardo en hacer su primer disparo a puerta. El Barça no está acostumbrado a no frecuentar el gol y esa sensación le alejo del partido y de su futbol demasiado tiempo. Tras el descanso emergió la figura del mejor jugador que tiene, Messi. El argentino se echó el equipo literalmente a las espaldas, se retrasó unos metros y empezó a dibujar esos eslálones en los que parece homenajear a Alberto Tomba. La mejor definición del peligro que creo Messi fue la jugada que acabo en el gol (bien) anulado a Pedro, arranco desde el medio campo y tras sortear la presión de varios medios madridistas filtro un perfecto pase a Pedro. Una de las mayores rémoras del FCB fue del estado en que se encuentra Villa, auto presionado en exceso, fuera de sí y ansioso durante el tiempo que estuvo en el campo, nunca fue capaz de entrar en el juego de su equipo y desaprovecho cada ocasión que tuvo.

La prórroga
Una vez transcurridos los 90 minutos tocaba encarar la prorroga y el descanso hasta la misma nos dejo una imagen de las que hacen grande al deporte, los dos equipos reunidos en dos círculos, con el entrenador en el centro motivando no solo a sus jugadores sino a todos los que forman la plantilla y a los técnicos, delegados y médicos. Cualquier aficionado al deporte habría pagado por estar ahí dentro…
En la prorroga las fuerzas se igualaron el Barça toco y toco y el RM empezó a lanzar algunas contras cargadas de veneno gracias a los indescriptibles sprint de CR7, impresionante como tras más de una hora y media de tensión y esfuerzo el portugués mantenía fuerzas para dejara atrás a varios rivales en cada carrera. Y entonces llego el gol, un gol diseñado según el futbol clásico y que corono un partido sublime, Marcelo cedió en profundidad a Di María que remonto la desventaja que tenia con Alves, el argentino con su pie izquierdo envolvió  el balón en el papel de regalo de una preciosa parábola y entonces, en el área, CR7 voló y marco los tiempos como mandan los cánones, cuando nos quisimos dar cuenta el balón ya estaba dentro. El RM lo había conseguido con un gol que antes habían diseñado Gento y Di Estefano y Juanito y Santillana, un gol que remite a su historia. Desde ahí el Barça mostro lo que le hace más grande y a veces más débil, no renuncio a su estilo. Eso implico una dignísima resistencia por un lado, con su elegante movimiento de balón se acercaba al área; y por otro lado la demostración de que su idea futbolística se ha convertido en dogma de fe, si no es así no será de ningún modo, ni siquiera con Pique rememorando a Alexanco fue capaz el Barça de buscarlo. Quizá esto debería dejar una reflexión en Can Barça, si somos tan humildes como decimos… ¿no deberíamos tener la humildad de pensar que existen otros caminos además del nuestro?

Fue un partido vibrante, enérgico, duro por momentos, de pierna fuerte, recio, pleno de jugadores maravillosos, con dos estilos contrapuestos y que sin duda ha hecho un poquito más grande al futbol y a los que lo juegan.

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