No se puede ganar una guerra como tampoco se puede ganar un terremoto.
Jeannette Rankin
Las catástrofes que provoca una guerra trascienden cualquier ámbito que podamos imaginar, si esa guerra es civil esto es aún mayor, de la noche a la mañana los que eran vecinos, amigos o compañeros pueden pasar a ser tus verdugos o a desaparecer de tu vida de forma irremediable.
Acostumbramos a ver a los deportistas de élite viviendo en una burbuja de oro, en la que parece que no hay desgracias, no hay muertes solo hay lujo y diversión, pero una guerra no respeta ni si quiera el status quo de los más admirados deportistas; de eso trata el documental “Once Brothers” (traducido al español como Hermanos y Enemigos), de cómo se rompió para siempre la amistad forjada a base de años y éxitos entre Vlade Divac y Drazen Petrovic.
El documental, elaborado desde el punto de vista de Divac (la otra versión por desgracia nunca podremos tenerla), narra la historia que rodeo a algunos de los mejores jugadores que ha dado Europa y probablemente la mejor generación que nunca ha visto el baloncesto. Una generación que lo gano todo mientras fue Yugoslavia y que, aun después del desmembramiento del país, dio lugar a un buen puñado de selecciones que fueron capaces de seguir compitiendo al máximo nivel.
Los protagonistas, Divac y Petrovic, fueron los pioneros, los primeros jugadores europeos formados en Europa (otros jugadores coetáneos como el alemán Detlef Schrempf fueron formados en universidades estadounidenses) capaces de hacerse un hueco en la NBA. Dos jugadores completamente opuestos tanto dentro como fuera de la pista que habían llegado a tener una amistad enorme pero que no estuvo a prueba de bombas.
Petrovic, algo mayor que Divac estaba considerado como el mejor jugador europeo del momento, de origen croata fue un tirador impenitente y un competidor casi obsesivo. Divac, de carácter más distraído y abierto era de origen serbio y poseía una innata habilidad para moverse y pasar increible para un hombre de más de 210 centímetros. Divac tuvo la suerte de caer en un equipo de postín, L.A. Lakers, y jugar con varios de los mejores jugadores de la historia (Magic, Worthy, etc.), sin embargo Petrovic tuvo que trabajar duro para poder hacerse un hueco en la liga, finalmente lo consiguió en N.J. Nets, llegando a ser el mejor triplista de la competición. Cuando acababan la temporada, volvían con las pilas cargadas para hacer lo que mejor sabían hacer, jugar con la selección yugoslava y dejar con la boca abierta a todos aquellos que pagaban por verles.
Un día ganaron un campeonato, hubo un gesto… y nada volvió a ser lo mismo.
El documental, de aproximadamente 80 minutos de duración, nos muestra la historia de ellos y nos hace reflexionar sobre la importancia de las decisiones, el valor de las convicciones y la amistad en toda su extensión. Yo saque mis propias conclusiones, ahora os invito a hacer lo mismo, os dejo los links del documental que esta partido en media docena de clips.
http://www.youtube.com/watch?v=D5W4a3BqgS8
http://www.youtube.com/watch?v=D5W4a3BqgS8
Disfrutadlo y dejad vuestras opiniones, yo en unos días incluiré las mías para no condicionar a nadie antes de que lo haya visto.
Desgraciadamente me/nos pilló un poco jovenes para enterarnos de todo esto, ver este buen documental te deja ver las cosas de otra manera. La grandeza de ese equipo tanto humanamente como técnicamente, y de como lo que pudo ser se quedó en nada. Ya sea el equipo Yugoslavia(del que todos estaban orgullosos antes de empezar con los nacionalismos) o de Drazen, que por el azar de la vida se nos privó al mundo de mas años de su grandeza (como dicen en el video, ahora Drazen pertenece a todos). Tengo que comentar que le saco un cierto paralelismo (con grandes diferencias claro) a la seleccion Española actual, tanto futbol como basket, y a los nacionalismos, principalmente con Cataluña, y me da mucha rabia cuando veo otras banderas que no son la Española, podria identificarme con Vlade en ese momento en concreto. Para finalizar, decir que si las guerras son malas, las civiles son muchisimo peores y de eso sabemos un poco por aqui. Un abrazo, gran post y espero tus comentarios.
ResponderEliminarCreo que el documental esta hecho desde la perspectiva de Divac y eso se nota mucho, se pasa casi de puntillas por el modo en que Divac tira la bandera y me parece un gesto muy feo y que deberia haber moderado, mas aun, cuando les habian advertido de la posibilidad de situaciones como esa. No soy un defesor de los nacionalismos pero una bandera no deja de ser un signo que representa a mucha gente (con la que puedes estar de acuerdo o no), por eso creo que gestos como tirarla o despreciarla siempre estan fuera de lugar, ya que estas haciendo lo mismo que el que saca una bandera ilegal y a mi no me interea ponerme a esa altura.
ResponderEliminarEl documental en general me gusto mucho y me hizo pensar, una vez mas, en el uso partidista que hacen los politicos de las figuras deportivas cuando les hacen falta, apropiandose de ellas cuando no les pertenecen.
Una pena la guerra y la destruccion que conllevó, triste ver las caras con las que se cruza Divac cuando vuelve a Croacia. Al final de una guerra todos los bandos son vencidos.