A mi, que crecí admirando a Petrovic y soñando con Magic Johnson, no me pidas que le ponga una vela a Maljkovic.
Recuerdo el primer partido de baloncesto que vi en directo, fue un Joventut - Collado Villalba en el pabellón olímpico de Badalona que meses después albergaría los partidos del mejor equipo de la historia, el primer y único Dream Team; en aquella época dejaba de ser tan habitual escuchar al publico corear "¡¡¡queremos 100, queremos 100!!!" en los últimos minutos de los partidos. Pocos años después pasaría a ser casi una odisea solo imaginar que un equipo fuese capaz de alcanzar la centena, se había instalado en Europa un deporte muy parecido al basketball, era el tostónball.
En el año 1993 un casi desconocido equipo francés, el Limoges, ganaba la Copa de Europa con un baloncesto basado en una defensa de hierro y unos ataques al limite de la posesión (que por aquel entonces era de 30 segundos en lugar de los 24 actuales) fruto de un trabajo táctico hasta entonces desconocido, su entrenador era Boza Maljkovic. A partir de este momento, el concepto del ataque como medio de vida empezó a tambalearse y los entrenadores se hicieron dueños y señores de los movimientos ofensivos de sus equipos. Se paso de bases que sabían leer las defensas y ordenar como jugar, a simples mensajeros que repetían las jugadas preparadas que el técnico vociferaba desde la banda. No soy un talibán y existen muy diferentes maneras de jugar al baloncesto y todas son validas y todas tienen su mérito, pero para mi fue un paso atrás ,al menos en la versión mas lúdica del deporte, y durante unos años el baloncesto europeo languideció (de lo que saco provecho una NBA siempre enfocada al espectáculo, que vivía colgada del brazo de Jordan y de la herencia de los duelos Mágic-Bird), las anotaciones descendieron hasta los 60 puntos y los partidos cada día se parecían mas a partidas de ajedrez.
Por suerte, en los últimos tiempos parecen haber vuelto los tanteos altos, el ritmo, los contraataques y la diversión en la cancha. El baloncesto es un deporte complejo en el que la anotación muchas veces se ve tan marcada por las defensa anterior como por el ataque presente, por lo que defender fuerte no tiene por que llevarte a anotar pocos puntos sino muchas veces, todo lo contrario. En este punto parecen basarse algunos de los jóvenes entrenadores que empiezan a mandar a asomar la cabeza por España y por Europa, el ejemplo mas claro puede ser Pablo Laso pero no debemos de olvidarnos de gente como Piangiani o Sito Alonso.
Desde aquí solo quería rendir mi pequeño homenaje a los que nos devuelven las tres cifras a los marcadores y nos hacen soñar con victorias de alta anotación. Por supuesto lo importante en el deporte profesional es ganar, pero no hay nada que demuestre que la anotación baja es una camino mas corto hacia la victoria.
Y siendo un poco mas simplistas o mitómanos ... Cuando pensamos en el baloncesto como concepto y en una sola imagen ... ¿Escogemos un tiro de Delibasic, un juego de pies de Olajuwon o una defensa individual de Bowen? Yo al menos, no tengo muchas dudas.
Si tuvieseis que elegir una sola imagen ¿Con cual os quedaríais vosotros?
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