La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro.
Benjamin Franklin
Pocos deportes en España puedes presumir de una relación inversión-éxitos tan alta como el balonmano y, sin duda, la Final del Campeonato del Mundo del pasado domingo es la joya mas brillante de esa corona. Parecía imposible soñar una final mejor, más placida y espectacular a la vez. España o Los Hispanos (que parece que este nombre a unos encanta y a otros chirría) firmaron con sangre una victoria para la eternidad.
El campeonato que han realizado los 16 de Valero Rivera (¿¿alguien en el deporte mundial tiene un palmarés siquiera semejante al de este hombre??) - pocas veces una selección ha sido tan de un entrenador como esta, con sus idas y venidas y todas las polémicas por la selección de sus representados - ha sido sublime, con una única derrota, digamos que para nada dolorosa sino mas bien todo lo contrario, y un juego que destilaba pasión y compromiso por los cuatro costados. Esta ha sido una selección coral, con unos roles muy definidos y estudiados, en la que todos parecían estar conformes con su cuota de protagonismo.